La primera semana completa del mes de octubre nos lleva a cambios importantes en asuntos políticos en Japón, Francia e Israel, mientras que en EEUU continua el cierre parcial del gobierno federal.

La primera de las noticias destacables fue la victoria el pasado fin de semana, de Sanae Takaichi, lo que se interpreta como que será la nueva primera ministra japonesa, algo histórico para el país del sol naciente, teniendo en cuenta el papel que la mujer ha representado en la sociedad, siempre alejada de los centros de poder. Algunos medios empiezan a apodarla como la “dama de hierro”. Los expertos consideran que su política se centrará en la reactivación del gasto público y una política monetaria laxa, que ha llevado al índice Nikkei en Japón a máximos históricos.
El otro acontecimiento lo encontramos en Francia, que ha visto dimitir a su primer ministro, que había estado prácticamente un mes en el cargo, sumiendo al país en una nueva incertidumbre sobre la posible dimisión de Macron y la convocatoria de elecciones. En principio, la crisis desatada se volverá a cerrar en falso, con el nombramiento de un nuevo primer ministro, que intentará sacar adelante los presupuestos generales del Estado, antes de final de año.
El más relevante lo encontramos en el alto al fuego declarado entre Israel y Hamás, que si se mantiene, podríamos estar asistiendo a un acontecimiento sin precedentes en Oriente próximo, con importantes implicaciones tanto en el ámbito político, como económico y social. Para el economista jefe de Andbank, Alex Fusté “las negociaciones no han cerrado aún los puntos críticos: la composición política y administrativa futura de Gaza, las garantías para la seguridad a largo plazo, la reconstrucción masiva y necesaria, así como la cuestión del desarme de Hamás. Sin embargo, se ha establecido que estas cuestiones deben cerrarse en etapas posteriores dentro del plan estadounidense y requerirán de la cooperación de actores regionales como Egipto, Qatar y Turquía, así como del sistema internacional”.
En los mercados de capitales, el fin del conflicto supondrá una caída del petróleo, lo que será muy favorable para la economía mundial, que llevaba dos años atenaza por la inflación energética y la incertidumbre geopolítica.
Respecto al cierre del parte del Gobierno Federal americano, en principio la recha del 15 de octubre va a ser clave, dado que es la fecha límite para el pago del ejército, lo que podría servir de palanca para un acuerdo. Si la paralización se prolonga, el retraso de la publicación de datos macro clave, en materia de inflación y empleo, generarán mayor incertidumbre, algo que para el mercado no sería favorable, teniendo en cuenta además los niveles de máximos en los que se encuentra.
María Jesús Soto
Directora El Inversor Inquieto