Desde que la semana pasada se anunciase el acuerdo comercial entre EEUU y Reino Unido, los anuncios no han parado de sucederse, por segunda semana consecutiva.

El segundo anuncio, se produjo el domingo día 11, tras la reunión con China, con un resultado sorprendentemente favorable para las dos primeras economías del mundo y por ende, para los mercados de renta variable.
La tregua anunciada de 90 días entre ambos países, se concretaba en que EEUU bajaba los aranceles bajaban hasta el 30% de media, cuando en el mejor de los escenarios, los expertos consideraban que podían reducirse al 40-50%. Por su parte China también bajó los aranceles y eliminó las medidas no arancelarias que había aprobado en respuesta a los aranceles.
Lo que se ha abierto ahora es un plazo de 90 días para dialogar y encontrar un acuerdo definitivo, que para muchos expertos es un plazo muy corto para una negociación tan compleja, por lo que tal vez deban ampliarlo, si se aproxima la fecha sin cerrarlo, para evitar volver a tensiones pasadas, que a nadie favorecería.
La primera conclusión de las casas de análisis es que con esta tregua, la economía americana evitará la recesión autoinfligida que se había provocado. Desde el punto de vista macroeconómico, el IPC americano publicado esta semana, resultaba especialmente relevante, para ir analizando el impacto que los aranceles impuestos el mes pasado van a ir teniendo en la economía americana y con ella, en la política monetaria que va a seguir aplicando la Reserva Federal.
Otro de los acuerdos anunciados esta semana, fue con Arabia Saudí, para aumentar las relaciones comerciales entre ambos países, al que se le sumó el que se está trabajando con el archienemigo estadounidense, Irán, desde hace más de 15 años, en todo lo relativo a las bombas nucleares. EEUU en este principio de acuerdo, en que Irán debe dejar de ser una amenaza nuclear, ha tomado la decisión de levantar todas las sanciones a Siria, que llevaban en vigor más de 15 años, al tiempo que están trabajando en un proyecto energético en el que Irán se vería muy beneficiado. Si estas negociaciones consiguen consolidarse, podríamos estar asistiendo a un acontecimiento histórico, que podrían reducir las tensiones con Oriente Medio, a los niveles más bajos de las últimas décadas.
Todos los acuerdos que se están negociando, junto con la decisión de los países de la OPEP de aumentar la producción de petróleo, nos lleva a un escenario en el que los expertos anticipan precios bajos para el barril de petróleo, lo que supondrá un alivio para las economías domésticas y la inflación.
Con quien parece que no avanzan las negociaciones es con la Unión Europea, ni en materia de aranceles ni en la guerra entre Rusia y Ucrania, donde nuevo ha fallado un nuevo intento de acercamiento entre las partes en la presente semana. La Unión Europea a anunciado nuevas sanciones a Rusia y EEUU está comprobando que Putin no es un interlocutor fiable.
Con todo esto, la calma ha vuelto a los mercados de capitales, que han visto como el índice del miedo ha bajado a niveles mínimos del año pasado, al tiempo que suben los principales índices bursátiles. El selectivo IBEX 35 está viviendo su particular fiesta, que la llegar a los 14.000 puntos, está conquistando niveles que se le resistían desde hace 17 años, justo antes de la crisis financiera de 2008, cuando el resto de índices ya los habían superado hace años.
Para los inversores de carteras equilibradas, que han aguantado las turbulencias de las últimas semanas, a estas alturas ya tienen sus carteras con rentabilidad positiva del conjunto del año, algo impensable hace unas semanas. No obstante, aunque lo peor ha pasado y los entornos son más amigables, la complejidad de lo que se está negociando obliga a tener cautela y saber que aún queda mucho por hacer, no obstante, haber salido indemne de las embestidas de abril, coloca a los inversores que están en el mercado con una enorme ventaja, respecto a los que no lo están, porque salieron en el peor momento de mercado.
María Jesús Soto
Directora El Inversor Inquieto