El mercado de capitales, una vez más, ha conseguido doblegar a un dirigente político que le ha desafiado, con medidas económicas drásticas y actitud irreverente hacia la importancia del mercado de capitales en el mundo económico.

Sin duda no es el primero al que le sucede, ni será el último. En nuestro país le sucedió a Zapatero tras la crisis financiera de 2008, a Grecia pocos años después y recientemente a Reino Unido, que obligó a dimitir a la primer ministro, que llevaba uno o dos meses en el cargo.
Ahora el turno ha sido para el presidente Trump, que muy a su pesar, ha tenido que aceptar una demora en la implementación de la segunda fase de los aranceles 90 días, para aplacar a los mercados de capitales. El mercado de deuda ha sido el que le ha dado la puntilla. Las caídas de los mercados de renta variable le mantenían impasible, pero que el bono a 10 años subiese en torno a un 0,40%, hasta el 4,40%, le hecho rectificar. La economía americana, con el altísimo nivel de deuda que tienen, sufre un revés importante con la subida de tipos, de ahí la rectificación.
No obstante, el aplazamiento no se aplicó a China, sino que se le aumentaron los aranceles hasta el 145%, lo que ha supuesto una respuesta de China, llevando los aranceles con EEUU hasta el 125%, provocando con ello casi la ruptura de relaciones comerciales entre ambos países, algo que no les beneficia a ninguno de los dos.
El dólar se ha debilitado contra el resto de divisas de forma importante, al tiempo que los analistas coinciden en que el mayor daño que se está haciendo EEUU es poner en riesgo la eterna certeza de la seguridad de invertir en dólares y en activos americanos, como garantía de estabilidad y solvencia.
Los gestores consideran que con lo sucedido esta semana ya hemos dejado atrás lo peor de esta crisis innecesaria y auto infligido por EEUU, que afecta al conjunto del mundo, pero en la que de momento, el mayor impacto lo están sufriendo en sus intereses.
Los mercados de capitales han pasado de puntillas por los buenos datos macro que se publicaron el jueves en EEUU, relativos a la inflación, que ha bajado más de los previsto hasta el 2,4% y el dato de empleo semanal, que también ha tenido mejor comportamiento que lo esperado.
En cuanto a la gestión de activos, la recomendación sigue siendo mantener las carteras, mientras que los gestores, están aprovechando para aumentar las duraciones en las posiciones de renta fija, para aprovechar las subidas de rentabilidad, al tiempo que han ido rotando parte de las carteras de renta variable de EEUU a Europa y a valores más defensivos.
El consenso de mercado considera que los próximos meses seguirán siendo meses con volatilidad, que se irán moviendo en función de la evolución de las negociaciones entre los distintos países, los datos macro económicos que se irán publicando, una vez que el impacto de los aranceles ya implementados, se vayan reflejando en la economía real, así como los resultados empresariales que se irán conociendo, relativos al primer trimestre del año, pero sobre todo a las previsiones de las empresas cotizadas en sus negocios, en el nuevo escenario en el que nos movemos.
Comienza por tanto la Semana Santa, un los inversores más que preparados, tras el sufrimiento y dolor sobrevenido, con la esperanza, mejor dicho, certeza, de que la Resurrección llegará y con ella la recuperación de las caídas sufridas.
María Jesús Soto
Directora El Inversor Inquieto