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Sábado, 21 de Diciembre de 2024

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Mercados de renta fija: cuando se alinean los planetas

«La renta fija está de vuelta». Eso es lo que se ha venido escuchando en los mercados financieros durante el último año. Los resultados del mercado de renta fija han validado esta sensación. La renta fija core ha registrado una rentabilidad del 7,5% en los últimos doce meses, mientras que el crédito global ha subido incluso más, con un 9,5% para el crédito de grado de inversión y un 15% para el de alto rendimiento.

Mercados de renta fija: cuando se alinean los planetas

Ideas principales

Los mercados de renta fija pueden ofrecer atractivas oportunidades de inversión en un contexto de disminución de la inflación y de inicio de los recortes de tipos de interés por parte de los bancos centrales. • La renta fija vuelve a cumplir su función en las carteras de inversión.

Los bonos ofrecen hoy unos niveles atractivos de generación de rentas gracias al elevado rendimiento inicial, y vuelven a proporcionar diversificación con respecto a la renta variable, tal y como hemos comprobado en los recientes episodios de volatilidad de los mercados.

Favorecemos la inversión en crédito de gran calidad, ya que pensamos que podría ofrecer una rentabilidad total en torno al 10% en los próximos años, gracias a la combinación de rentas y revalorización de los precios que provocaría la caída de los rendimientos.

Estos sólidos resultados pueden llevar a algunos inversores a preguntarse si no habrán dejado escapar el tren. ¿Ha pasado ya la oportunidad de la renta fija?

Nuestra respuesta a esta pregunta es un rotundo «no». De hecho, pensamos que la oportunidad no ha hecho más que empezar. Gracias a la combinación de un elevado rendimiento inicial y un contexto macroeconómico favorable, es posible que por fin se hayan alineado los planetas para los mercados de renta fija.

La importancia de los rendimientos

El periodo posterior a la crisis financiera vino marcado por unos tipos de interés próximos a cero, una política de expansión cuantitativa y otras formas de provisión de liquidez por parte de los bancos centrales. Se trató de un contexto complicado para la renta fija, lo que se reflejó en una baja rentabilidad de los bonos.

El entorno actual es muy diferente. La subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales en 2022 y 2023, aunque resultó dolorosa en su momento, tuvo también su parte buena: ahora, los inversores en renta fija se ven recompensados con unos rendimientos de los bonos históricamente elevados.

E incluso tras los sólidos resultados que han registrado los mercados de renta fija en los últimos doce meses, el rendimiento se mantiene muy por encima de sus medias históricas. Además, la inflación ha disminuido, lo que significa que el rendimiento real se sitúa también en terreno positivo.

Esto es importante, porque el rendimiento inicial de un bono está muy correlacionado con su futura rentabilidad total. Por ejemplo, la deuda corporativa global de calidad ofrece hoy un rendimiento inicial superior al 5%; los datos históricos señalan que esta cifra se correspondería con una rentabilidad total de entre el 5 y el 9% en los próximos cinco años.

Posibles ventajas de los recortes de tipos de interés

Junto al elevado rendimiento inicial, los resultados de la renta fija también podrían verse favorecidos por las ganancias de capital que suelen acompañar a los recortes de tipos de interés. El contexto macroeconómico ha venido marcado por un cambio de enfoque, que ha pasado de la preocupación por la inflación a una posible desaceleración del crecimiento. Ello ha hecho que los cambios de duración hayan pasado de ser un posible lastre para la cartera de inversión a convertirse en un elemento que podría impulsar su rentabilidad.

Si se mantiene la tendencia de desinflación en Estados Unidos, la Reserva Federal podría recortar los tipos de interés en 50-75 puntos básicos este año y continuar con los recortes en 2025. En este escenario de recortes, los mercados de renta fija y algunas clases de activos, como la deuda corporativa global, podrían beneficiarse de la revalorización de los precios gracias a su duración.

El análisis de los ciclos previos de tipos de interés confirma el fuerte impulso que podría recibir la rentabilidad de los activos de renta fija en un entorno así. Si analizamos todos los periodos de recortes de tipos que se han producido en los últimos 40 años, vemos que, de media, el crédito de grado de inversión ha generado una rentabilidad del 10% anual en los tres años posteriores a la última subida del ciclo2.

La última subida de tipos de interés de la Reserva Federal se produjo en julio de 2023. Desde entonces, la deuda corporativa global ha registrado una rentabilidad del 9,5%. Si se mantienen los patrones históricos, los próximos años deberían ofrecer rentabilidades igualmente elevadas, una oportunidad que los inversores deberán aprovechar con rapidez.

La función defensiva de la renta fija es hoy más importante que nunca

Una de las funciones principales de la renta fija en una cartera de inversión es la de ofrecer un cierto contrapeso: proteger el capital de los inversores y ofrecer diversificación frente a la volatilidad del mercado de renta variable. Aunque la función de diversificación ha sido menos fiable en los últimos años, hay razones para creer que la estamos recuperando. Durante la leve corrección que han registrado recientemente los mercados de renta variable, la renta fija ofreció resultados positivos (véase el gráfico). La legendaria correlación negativa entre la renta fija y la renta variable ha vuelto.  

La narrativa del mercado sobre el riesgo ha pasado de la preocupación por una posible reaceleración de la inflación a la preocupación por la recesión, lo que nos lleva a pensar que la correlación negativa entre la renta fija y la renta variable podría continuar. El análisis de los datos históricos demuestra que esta correlación varía con el tiempo. Normalmente, en periodos de mayor incertidumbre en cuanto a la inflación, la correlación es positiva, mientras que, en periodos de incertidumbre sobre el crecimiento, suele ser negativa.

Además, tal y como demuestra el siguiente gráfico, históricamente, cuando la inflación ha sido inferior al 3%, la correlación entre ambas clases de activos se normaliza y se vuelve negativa, y la renta fija cumple su función tradicional de diversificación con respecto a la renta variable. El entorno actual de moderación de la inflación, con una Reserva Federal preocupada principalmente por los riesgos a los que se enfrenta el crecimiento, aumenta la probabilidad de que la renta fija continúe cumpliendo su función de diversificación. 

Ideas prácticas

• Pensamos que podría ser un buen momento para invertir en renta fija el efectivo acumulado, aumentando de manera gradual la duración para poder beneficiarse de la revalorización de los precios que se deriva de la reducción de los rendimientos. La inflación ya no es la principal preocupación y los recortes de tipos de interés son ahora más seguros; la duda ahora no es si los tipos bajarán, sino en qué medida lo harán. En esta primera fase del ciclo de recortes, la inversión en renta fija y, especialmente, en deuda corporativa de alta calidad, ofrece a los inversores la oportunidad de asegurarse el nivel actual de rendimientos y beneficiarse de los posibles efectos favorables de la duración.

• Mantenemos el optimismo sobre el crédito, especialmente en los segmentos de mayor calidad del mercado. Aunque los diferenciales actuales están en niveles relativamente ajustados, en torno a los 100 puntos básicos, debemos recordar que unos diferenciales reducidos no tienen por qué aumentar de manera inmediata. Los datos históricos nos demuestran que los diferenciales suelen mantenerse en niveles reducidos durante mucho tiempo, hasta que un importante factor externo los hace aumentar (factores macroeconómicos o relativos a sectores concretos). El crédito de gran calidad ofrece muchas de las ventajas de la deuda soberana (una capacidad defensiva similar en todas las recesiones, salvo en las más graves, y potencial para beneficiarse de los recortes de tipos) con un rendimiento adicional que va acumulándose a lo largo del tiempo.

• También nos parece oportuno aplicar un enfoque diversificado, flexible y multisectorial en crédito, que permite moverse con rapidez entre los diferentes segmentos para encontrar oportunidades de valor a medida que las condiciones de mercado van cambiando. El análisis fundamental de enfoque -0,8 -0,6 -0,4 -0,2 0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 Correlación a 3 años entre renta fija y variable Inflación subyacente media a 3 años capitalgroup.es 6 bottom-up permite identificar atractivas oportunidades de crédito en el mercado actual. Por ejemplo, actualmente encontramos oportunidades interesantes en el segmento de grado de inversión de los sectores bancario, farmacéutico y de suministros públicos. También encontramos ciertas oportunidades en el segmento de alto rendimiento de los sectores de la energía y la sanidad, principalmente entre los títulos con calificación BB.

• En la actualidad, una cartera activa multisectorial que invierta en renta fija de gran calidad en todo el espectro de los mercados de crédito puede ofrecer un rendimiento diversificado superior al 6% y una duración inferior a cinco años. 

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