La corrupción y las guerras tienen dos temas en común, los daños económicos que provocan, así como las oportunidades que generan

Hablar ahora mismo de corrupción, nos lleva a la actualidad de nuestro país, algo de lo que ya se están haciendo eco las instituciones europeas, así como la prensa internacional. A Europa los temas de corrupción con dinero público sabemos que le inquietan siempre sobremanera, porque hay muchas ayudas publicas que se conceden a los países y que deben llegar a sus destinatarios.
La situación de España, tiene como peculiaridad, respecto a otras corruptelas que se han producido en muchos países, el grave deterioro de las instituciones, dado que el poder político está pasando todos los límites morales y democráticos, para fiscalizar a quienes le suponen una amenaza, es decir, policías y jueces, que son los únicos que tienen como objetivo, detener a los delincuentes e impartir justicia.
La trama mafiosa que se está destapando en el partido socialista, con la complicidad de sus socios de Gobierno, se viene fraguando desde que su líder, amañó las elecciones de su partido para ponerse al frente y desde hay hacerse con el poder, para perpetuarse en él. Lo más gratificante de todo el esperpento que estamos viviendo, es que son los propios protagonistas de la trama, los que están haciendo que la información salga a la luz, algo que claramente deberíamos reconocerles como un servicio a nuestro país, porque sin toda la documentación que han acumulado y entregado, difícilmente se hubiese destapado, el que ya se conoce como la “mayor trama de corrupción de la historia de España”.
Todavía no sabemos como va a terminar esta tragicomedia, pero lo que si podemos constatar son los daños económicos para nuestro país. La economía española ya hace mucho que ha dejado de ser libre, porque este gobierno comunista, se ha encargado de intervenirla y pervertir la justicia económica, basada en la meritocracia, para dar paso a un país en el que se protege a los delincuentes que atentan contra la propiedad privada y a los que se apropian de los recurso del Estado, a cambio de votos, con la protección de aquellos que reciben esos votos.
La decadencia a la que están sometiendo al sector privado, hace muy meritorio que todavía existan autónomos y pequeñas empresas, que son las más perjudicadas. Entre las consecuencias concretas, podemos confirmar también que la inversión extranjera se contrae, de hecho ya se constata que los inversores internacionales miran a otros mercados, por lo que hemos caído dos puestos en el ranking de países que atraen capital extranjero para invertir, llegando la puesto número once, en un ranking de 15.
Por otro lado, la innovación se ahoga y la productividad se estanca. La única manera de revertir todo esto es limpiar total y absolutamente el actual gobierno, modificar la legislación para proteger las instituciones, a los agente económicos y recuperar la credibilidad perdida. Mucho trabajo por delante, para rehacer este maltrecho país.
Con la guerra de Irán y las guerras comerciales, que han quedado solapadas por la de Oriente Medio, las dos próximas semanas serán cruciales, aunque las expectativas no son malas, porque ambas están ahora en el terreno de las negociaciones diplomáticas, que siempre es esperanzador.
Mientras tanto, el verano ha llegado y con él todo lo bueno que nos trae, que no hay que dejarlo pasar, al tiempo que seguimos centrados en lo importante que nos ocupa, tanto a nivel profesional como personal.
María Jesús Soto
Directora El Inversor Inquieto