En la recta final del mes de octubre, las represalias de Israel contra el ataque de Irán se están haciendo esperar, lo que hace que los mercados se centren más en las citas más inmediatas.
En cuanto a citas electorales, la primera tendrá lugar el domingo 27 en Japón. La cautela ha sido la nota predominante en la bolsa nipona en las últimas semanas, ante estas elecciones. Las encuestas apuntan a que no habrá un ganador claro, lo que obligará al actual primer Ministro, a tener que gobernar con alianzas, lo que supondrá un auténtico reto, el poder implementar las reformas económicas previstas.
Respecto a las elecciones de EEUU, que tendrán lugar el martes 5 de noviembre, las encuestas apuntan a una ligera victoria de Trump. Todavía quedan más de 10 días de campaña, que aventuran ser muy tensos, por todo lo que hay en juego, como en cada proceso electoral de la primera economía y potencia del mundo.
El peor de los escenarios posibles, sería un empate técnico sin ganador claro, porque esa incertidumbre, con todo lo que hay en marcha, no sería favorable para los mercados, que ya sabemos quieren certidumbres y líderes concretos al frente de los Gobiernos, con más rotundidad si de EEUU se trata.
Los mercados de capitales están preparándose para una posible victoria de Trump, aplicando las coberturas oportunas, antes un escenario de enfoque proteccionista, recortes fiscales, estrictas políticas migratorias y riesgos para la independencia de la Reserva Federal.
En los asuntos geopolíticos, a priori, el gobierno de Trump parece más complicado, por su temperamental forma de gestionar los conflictos. En cuanto a lo que se puede esperar de los mercados, históricamente la renta variable se ha comportado bien, con independencia de quien gane. No obstante y a tenor de los programas electorales, al mundo económico le gustan más las propuestas de los republicanos.
En lo que coinciden ambos partidos es en el hecho de que ninguno hace propuestas para el control del déficit público, lo que está provocando que la rentabilidad de la deuda a largo plazo este subiendo, lo que la hace caer en precio y por ello los gestores han reducido exposición a la misma.
Respecto al dólar, en principio la llegada de los republicanos al poder, podría suponer una revalorización de la divisa, que para algunos, podría llevar a la paridad con el euro.
En cualquier caso, en el corto plazo, para los mercados lo relevante van a ser los resultados de las empresas cotizadas y sus perspectivas, algo en lo que estamos inmersos, al haber comenzado la temporada de resultados.
Por otro lado, la evolución de la economía americana y la inflación, serán decisivas para la política monetaria y con ello para la evolución de los mercados en esta recta final del año.
María Jesús Soto
Directora El Inversor Inquieto