Italia aprobó un impuesto único del 40% sobre las ganancias que los bancos obtienen de las tasas de interés más altas después de reprender a los prestamistas por no recompensar los depósitos, en un movimiento sorpresa que hizo que las acciones bancarias se desplomaran en Italia, arrastrando al índice MIB a la baja.

El índice de bancos Italianos se desplomó un 7,4% a las 0915 GMT del martes, con el principal banco Intesa Sanpaolo ISP.MI cayendo un 8% y el peso pesado rival UniCredit CRDI.MI un 6,5%. El índice general MIB cae en más de un 2% en este momento, y el impacto se ha dejado notar en el resto de índices europeos, que caen ahora más de un 1%.
Y es que los tipos de interés del BCE más altos han generado ganancias récord para los bancos, “que aumentan el costo de los préstamos mientras se abstienen de pagar más por los depósitos”, según denuncia el gobierno italiano. El gobierno de Georgia Meloni ya había planteado la idea de un impuesto sobre las ganancias inesperadas a los bancos a principios de año, pero el plan parecía haberse enfriado. Hoy un alto ejecutivo bancario de Italia decía que “los bancos estaban listos desde hace meses para el golpe, pero luego el hacha no bajó" y se tranquilizaron, por eso lo de hoy les ha pillado por sorpresa, y los índices caen con fuerza. ¿Por qué el cambio de opinión del gobierno? Los excelentes resultados de los bancos en el primer semestre han vuelto a poner el tema de manifiesto, sumándose a ello el reciente deterioro en la valoración de imagen la Meloni. Todo ha llevado al gobierno a actuar en vísperas del cierre político de verano. La decisión ha caído como una sorpresa incluso para algunos ministros en la reunión de gabinete del lunes por la noche.
Impacto:
Los analistas de Citi calcularon que el nuevo impuesto podría eliminar casi una quinta parte de los ingresos netos de los bancos italianos en 2023. Bank of America estimó ingresos de entre 2.000 y 3.000 millones de euros para el gobierno. Las fuentes dijeron que el Tesoro esperaba recaudar menos de 3.000 millones de euros (3.300 millones de dólares) por esta medida. Eso sería similar a la cifra de 2.800 millones de euros que recaudó este año el impuesto sobre las ganancias extraordinarias a las empresas energéticas.
Italia aplicará el impuesto solo en 2023 y los bancos pagarán las sumas antes del 30 de junio de 2024. La medida se aplica al margen de interés neto (NIM), una medida de los ingresos que los bancos obtienen de la brecha entre las tasas activas y pasivas. Italia gravará el 40% del NIM ganado en 2022 o 2023, dependiendo de qué suma sea mayor, y por encima de los umbrales dados para un aumento anual.
Intesa a fines del mes pasado dijo que esperaba embolsarse más de 13.500 millones de euros este año solo con su margen de interés neto. Todos los bancos italianos informaron resultados mucho mejores de lo esperado durante los primeros seis meses y mejoraron su perspectiva de ganancias.
Cabe decir que, a diferencia de sus pares en otros países europeos, los bancos italianos nunca llegaron a cobrar por los depósitos cuando las tasas oficiales cayeron por debajo de cero, pero ahora se han negado a recompensar el efectivo que se mantiene allí, diciendo que el dinero se mantiene en cuenta para el uso diario, no como una inversión.
Alex Fusté
Economista Jefe de Andbank