La búsqueda de rentabilidad siempre ha sido la piedra angular de todas las carteras de fondos, pero desde hace un tiempo se ha convertido en una tarea ardua debido a las características actuales de los mercados financieros, que registran tipos de interés históricamente bajos, o incluso negativos, y una elevada volatilidad. En este contexto, los inversores demandan soluciones que les ofrezcan un rendimiento atractivo, pero con riesgo limitado.
A día de hoy, uno de los activos que ofrece el mejor riesgo-retorno es el high yield europeo. Tras un arranque de año incierto, desde febrero los diferenciales de la deuda high yield se han recuperado y se sitúan ahora en unos niveles cercanos a los de finales de 2015. Sin embargo, a pesar de esta revalorización, el mercado aún presenta oportunidades: los movimientos de capitales observados desde marzo, tras la reunión del BCE, seguramente continúen durante un tiempo. En Asia, por ejemplo, los inversores compran renta fija en euros por los temores ante una cada vez más posible subida de tipos en EE.UU. y por la mayor tasa de impagos de la deuda high yield estadounidense, que se sitúa en torno al 6% frente al 3% del mercado europeo. Por consiguiente, el mercado seguirá beneficiándose del respaldo del BCE y de la solidez de las empresas europeas, que tras la crisis han saneado sus balances.
A ello hay que añadir la mayor desintermediación financiera, que ha propiciado que cada vez más compañías acudan al mercado en busca de financiación, apoyadas además por los bajos tipos de interés. Un hecho que se ha traducido a su vez en que el mercado de high yield europeo esté más diversificado y cuente con un mayor número de emisores. No en vano, a día de hoy hay casi cuatro veces más emisores que hace cinco años.
Sin embargo, aunque el mercado de alto rendimiento presenta numerosas oportunidades también exige ser muy selectivo, pues se trata de un segmento muy heterogéneo. Una opción que da respuesta a las necesidades de los inversores es el fondo lanzado al mercado español a comienzos de año por Edmond de Rothschild Asset Management: Millesima 2021. La cartera del fondo está invertida predominantemente en bonos high yield de alta calidad y sigue una estrategia Buy&Hold, es decir, el fondo está diseñado para mantener las posiciones en cartera hasta su vencimiento en diciembre de 2021.
Este fondo, que cuenta ya con más de 150 millones de euros bajo gestión, está ampliamente diversificado, tanto en lo que se refiere a sectores como calificaciones crediticias o áreas geográficas y a día de hoy está compuesto por más de cien posiciones. Nuestro equipo de gestión cuenta con recursos específicos para analizar en profundidad las empresas del mercado, su capacidad de crecimiento y, sobre todo, anticipar su capacidad de reembolsar su deuda al vencimiento, con el fin de construir una cartera que pueda obtener buenos resultados a lo largo de distintos contextos de mercado. Edmond de Rothschild AM cuenta con una sólida experiencia en la gestión de este tipo de productos y ha sido pionero en la creación de fondos de bonos a vencimiento en Francia, donde ha lanzando seis fondos de este tipo desde 2008.