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Domingo, 15 de Septiembre de 2024

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Cotizaciones

El inversor vuelve de vacaciones sin la seguridad de conseguir un 3% de rentabilidad 'garantizada'

A punto está de culminar agosto de 2024. En las bolsas, el mes ha estado marcado por un violento movimiento en V: caídas en bloque, la primera semana, en la renta variable, de las que las grandes plazas ya se han recuperado. En lo que respecta a la renta fija, este mes marcará un antes y un después, a partir del cual los inversores lo tendrán más difícil para conseguir una rentabilidad 'segura' del 3%.

El inversor vuelve de vacaciones sin la seguridad de conseguir un 3% de rentabilidad 'garantizada'

La última subasta mensual de letras del Tesoro a 12 meses, celebrada el pasado 6 de agosto, se cerró a un interés inferior al 3% (el tipo de interés medio se quedó en el 2,954%). Esto -que el Tesoro remunere este tramo con menos de un 3%- no sucedía desde febrero de 2023. Las subastas (una cada mes) se habían cerrado por encima de ese nivel durante 17 meses consecutivos. Muy lejano parece ahora el 3,86% que llegó a pagar el Estado en octubre del año pasado, el interés más elevado desde la crisis que sufrió la deuda periférica europea en 2012.

Ahora, con los rendimientos a la baja, está por ver qué sucede en las emisiones venideras; la próxima de deuda a 12 meses tendrá lugar el martes 3 de septiembre. Lo previsible es que esa rentabilidad continúe yendo a menos; es necesario asumir que renovarlas a un rendimiento igual o mayor se ha convertido en una misión imposible. En realidad, ya desde el pasado junio los inversores que renovasen sus Letras lo estaban haciendo a intereses inferiores.

En el mercado secundario -donde se intercambian los títulos después de ser emitidos en las subastas y al que el particular también tiene acceso-, la deuda del Estado a 12 meses ofrece actualmente un 2,95%. Perdió el 3% a primeros de agosto y ya sólo lo ha recuperado de forma puntual.

Este comportamiento es consecuencia del giro que se está produciendo en las políticas monetarias. En Europa, el BCE ya realizó en junio su primera bajada de tipos en 8 años; en EEUU, el primer recorte se da por hecho en septiembre. Según explica David Ardura, director de Inversiones de Finaccess Value, este escenario obliga al inversor conservador a tomar decisiones. "Una opción es no hacer nada, mantenerse en letras o en fondos monetarios a 12 meses y aceptar que los tipos van a ser cada vez menores. Ahora el mercado está descontando 150 puntos básicos de bajada de aquí a julio de 2025, algo que, evidentemente, se va a traducir en una menor rentabilidad en las letras", señala. Otra opción para pelear por ese 3% implicaría "cambiar un poco el perfil inversor y asumir cierta volatilidad a cambio de ese 3%, dirigiéndose a otros activos y plazos más largos, algo con lo que el inversor conservador no siempre está cómodo", advierte.

"Una de las alternativas que encontramos es construir una cartera a vencimiento, ya sea mediante un fondo, mediante una cartera de bonos... Si miras, por ejemplo, a la renta fija corporativa en Europa a 3 años, con una cartera de triples B puedes obtener una rentabilidad superior al 3%, con bonos corporativos grado de inversión. Me voy a un fondo a vencimiento que me dé esa rentabilidad y durante 3 años no toco mi dinero", explica Ardura.

"Si tuviera que renovar una letra del Tesoro me plantearía pasar de letras a bonos a 3 años. Porque a mí me parece que lo que le interesa ahora a los inversores es asegurar tipos de interés altos ante el nuevo ciclo de recortes", resume Víctor Alvargonzález, socio fundador de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance. Para hacerlo, "lo más sencillo son los bonos del Estado, que se pueden comprar, como las Letras, directamente en el Banco de España, o por Internet, con unas comisiones muy razonables", señala.

En concreto "iría a los bonos a 3 años, que son, digamos, el siguiente plazo, además de ser totalmente líquidos". Alvargonzález incide en que, al margen de la rentabilidad, es importante la plusvalía que puede generar este activo. "No hay ningún tipo de enganche cuando compras un bono 3 años, porque lo vas a poder vender, y probablemente más caro si bajan los tipos de interés", señala (en renta fija, la rentabilidad y el precio se comportan de forma inversa). El rendimiento del bono español a 3 años se sitúa actualmente en el 2,56%. Con este activo "te estás asegurando esa rentabilidad, pero además podrías generar una plusvalía adicional a un año vista, si bajan los tipos, de modo que ese 2,56% se podría convertir fácilmente en un 4%", estima el fundador de Nextep Finance.

El bono a 10 años, al filo de perder el 3%

Las letras ya lo han hecho, pero la principal referencia española, el bono a 10 años, también ha coqueteado con caer del 3%, e incluso lo perdió durante la sesión del pasado 22 de agosto (no al cierre). El rendimiento del papel español a una década se sitúa actualmente en el 3,09%, pero hace sólo unos días cayó al 3,002%. De hacerlo, sería la primera vez que baja del 3% desde el pasado uno de enero.

En el mes de agosto, y con el empuje de esa caída de la rentabilidad de los 12 meses en el secundario, hemos visto cómo las curvas de bonos se normalizaban: es decir, la deuda a 10 años ha empezado, por fin, a ofrecer un mayor rendimiento que las emisiones a 12 meses. Durante la mayor parte de 2024 ha ocurrido lo contrario: los inversores obtenían más retorno por prestar su dinero al Reino de España durante un solo año que por hacerlo durante toda una década.

En un contexto de rentabilidades decrecientes, el neobanco británico Revolut lanzaba este mes una ofensiva para captar ahorro en España con una cuenta de depósito a la vista que da hasta un 3,56% TAE. También MyInvestor, el neobanco de Andbank, acaba de renovar su depósito a 3 meses al 3,5% TAE, sujeto a la contratación de una cartera automatizada (roboadvisor).

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