En las últimas semanas, cada vez escuchamos hablar con mayor insistencia sobre un cambio en las preferencias en los inversores conocido como “la gran rotación”. Esto no es otra cosa que una sobreponderación de valores de pequeña y mediana capitalización sobre las grandes tecnológicas.
Durante el último año y medio, las grandes tecnológicas de Wall Street han dominado el mercado, siendo los valores que han liderado la recuperación de los índices. Sin embargo, en las últimas semanas esta tendencia se está invirtiendo.
Esta semana, con el inicio de una publicación de resultados que durará hasta mediados de agosto, hemos visto fuertes desplomes en las grandes tecnológicas. Alphabet y Tesla caían por encima del 5% y el 10% respectivamente, arrastrando al resto del sector. Al mismo tiempo, las pequeñas y medianas compañías han mantenido sus ascensos.
El control de la inflación por parte de los bancos centrales es cada vez más evidente, lo que parece que ha provocado, por fin, un cambio en las preferencias de los mercados. El detonante (además de la primera bajada de tipos del Banco Central Europeo) ha sido el último dato de inflación de julio, que parece que acerca las bajadas de tipos por parte de la Reserva Federal.
Además, los despistes de Biden y el atentado sufrido por Trump, parece que han otorgado una ventaja insalvable al republicano de cara a las elecciones de noviembre. Trump ya ha avisado sobre su intención de aplicar políticas proteccionistas que no favorece a las grandes tecnológicas globales y su intención impulsar las pequeñas empresas locales.
Estos catalizadores hacen pensar que la rotación solo ha hecho que empezar, por lo que las perspectivas para pequeñas y medianas compañías a medio plazo son positivas. Sin embargo, hay que ser prudentes a la hora de aprovechar esta tendencia, ya que no está exenta de riesgos.
La publicación de resultados, de mantener las grandes tecnológicas el crecimiento de sus beneficios, puede dar un nuevo impulso a las acciones de estas grandes compañías en detrimento de otras. Además, esta semana hemos conocido la retirada de Biden de la carrera presidencial. Todo parece indicar que Kamala Harris será su sustituta, pudiendo dar un impulso a los demócratas suficiente para evitar que Trump y sus políticas lleguen a la Casa Blanca.
Y por último y no menos importante, la inflación. Los datos indican que la Reserva Federal la tiene bajo control y no puede tardar en bajar los tipos de interés, pero nuevos repuntes provocarían dudas en el banco central que no serían especialmente positivas para los valores de pequeña y mediana capitalización.
Por lo tanto, los inversores aún están a tiempo de aprovechar la oportunidad. Sin embargo, es importante que cuenten con ayuda profesional que les permita vigilar correctamente los riesgos y realizar una reestructuración de cartera óptima.
Alberto Reguera
Colaborador de El Inversor Inquieto