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Jueves, 12 de Diciembre de 2024

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Cotizaciones

EL BCE EJECUTA SU PRIMERA BAJADA DE TIPOS DESDE 2019: PRIMERAS REACCIONES DE LAS GESTORAS INTERNACIONALES

El Banco Central Europeo cumple con el guion telegrafiado en la reunión de abril: baja tipos en 0,25% para situar el tipo de depósito en el 3,75%. Estamos ante el primer recorte de este tipo de interés en la Unión Europea desde septiembre de 2019 y el punto y final del ciclo de endurecimiento monetario iniciado en julio de 2022. Con esto, el BCE es ya el cuarto banco del G10, tras el SNB, Riskbank y Bank of Canada, que inicia su ciclo de relajación. La decisión habrá sorprendido a pocos ya que, pero el dato más relevante de la reunión de junio es el cambio que han introducido en el comunicado: elimina la referencia a recortes futuros.

EL BCE EJECUTA SU PRIMERA BAJADA DE TIPOS DESDE 2019: PRIMERAS REACCIONES DE LAS GESTORAS INTERNACIONALES

En lugar de “si la evaluación actualizada del Consejo de Gobierno [...] aumentara aún más su confianza en que la inflación está convergiendo hacia el objetivo de forma sostenida, sería apropiado reducir el actual nivel de restricción de la política monetaria”, el texto reza “el Consejo de Gobierno continuará aplicando un enfoque que dependerá de los datos y de cada reunión” y “no se compromete de antemano a seguir una senda de tipos determinada”.

“La declaración sobre la decisión de política monetaria fue clara: el Consejo de Gobierno no se compromete de antemano a seguir una senda de tipos determinada”, resalta Felix Feather, economista de abrdn. “Aquellos que buscaban una orientación sobre la velocidad o la profundidad del ciclo de flexibilización se habrían sentido decepcionados, ya que la declaración dejaba claro que no había ningún compromiso previo con ninguna senda de tipos concreta”, advierte Jan Felix Gloeckner, Especialista Senior en Inversión de Insight, parte de BNY Mellon IM.

Por eso el mensaje que mandan las gestoras internacionales. No hay que cantar victoria aún. “Lagarde no quiere comprometerse de antemano a nuevos recortes. Está adoptando un enfoque gradual y prudente, como los demás bancos centrales, y reevaluará la situación reunión tras reunión. La velocidad y el calendario dependerán de los datos de inflación”, insiste Nicolas Forest, director de Inversiones de Candriam.

¿Una pausa en julio?

Porque como bien señala Forest, el BCE ha elevado sus previsiones de inflación para 2024 y 2025, lo que implica que este recorte inicial podría no señalar el inicio de un ciclo de relajación sostenido. Y es una interpretación en la que coincide Ulrike Kastens, economista de Europa en DWS, que esta previsión implica recortes muy graduales de los tipos de interés.

Desde la gestora alemana prevén una pausa en julio, antes de que el BCE vuelva a recortar los tipos en septiembre y diciembre. Y también lo ven así desde Fidelity. “Un recorte en julio parece claramente descartado”, sentencia Salman Ahmed, responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International. La trayectoria de los tipos del BCE dependerá de la evolución de los datos de aquí en adelante y de la Fed, que Ahmed incluso cree que no podrá recortar este año dada la rigidez de la inflación estadounidense. “Es probable que las recientes sorpresas al alza de los salarios y la inflación mantengan a los miembros del Consejo en una posición prudente”, argumenta.

Los riesgos se inclinan a favor de menos recortes, principalmente debido a una inflación de los servicios rígida, un mercado laboral resistente, unas condiciones financieras laxas y consideraciones de gestión de riesgos del BCE”, comenta Konstantin Veit, gestor en PIMCO, quien ve dos recortes más en 2024.

No es el típico ciclo de recortes

Este no es el típico ciclo de recortes, advierte Ann-Katrin Petersen, estratega jefe de inversión para Alemania, Austria, Suiza y Europa del Este en el BlackRock Investment Institute. “Este corte estaba bien telegrafiado, pero el ciclo de corte noNo se trata de un retorno al mundo que conocimos, en el que la inflación se situaba sistemáticamente muy por debajo del objetivo del 2%. Con unos mercados laborales todavía tensos y una productividad débil, las presiones internas sobre los precios podrían mantener la inflación cerca o por encima del 2%”, argumenta.

Sigue reinando el concepto de la dato-dependencia entre las gestoras. “Seguiremos de cerca las expectativas de inflación, la evolución de los salarios y la inflación de los servicios. Son indicadores clave de la persistencia de la inflación que determinarán el ritmo y el alcance del ciclo de recortes de tipos del BCE”, comenta Gurpreet Garewal, estratega de Macro, Renta Fija y Soluciones de Liquidez en Goldman Sachs AM.

“La decisión dependerá de los próximos datos económicos, principalmente la inflación y la evolución de los salarios, como Lagarde volvió a afirmar durante la rueda de prensa”, coincide Mauro Valle, responsable de renta fija en Generali AM, parte del ecosistema de Generali Investments. Él espera que el escenario económico europeo confirme la tendencia de recuperación tras la fase de estancamiento de los trimestres anteriores, pero no se percibe que sea lo suficientemente fuerte como para generar un riesgo de inflación.

“Algunos miembros del comité querrán ver avances significativos en el futuro antes de respaldar otro ajuste de tipos de interés. A otros puede que les guste que la Reserva Federal de EE.UU. se una al camino de la normalización antes de aventurarse demasiado lejos”, añade Dave Chappell, gestor senior de fondos de renta fija en Columbia Threadneedle Investments. Es justo otro punto que eleva Monica Defend, responsable del Amundi Investment Institute, es hasta qué punto el BCE puede divergir de la Reserva Federal. “Creemos que el margen de divergencia es limitado, ya que las señales que están apareciendo sobre la ralentización de EE.UU. darán a la Fed más margen de maniobra”, opina.

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