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Jueves, 28 de Marzo de 2024

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EL BCE PRIORIZA LA LUCHA CONTRA LA INFLACIÓN Y SUBE LOS TIPOS EN 0,50%: PRIMERAS REACCIONES

Primero la estabilidad de los precios y luego la estabilidad financiera. En la reunión de marzo, el Banco Central Europeo ha priorizado la lucha contra la inflación en su decisión monetaria. Ha subido los tipos de interés 50 puntos básicos y la tasa del depósito al 3%.

EL BCE PRIORIZA LA LUCHA CONTRA LA INFLACIÓN Y SUBE LOS TIPOS EN 0,50%: PRIMERAS REACCIONES

El comité, presidido por Christine Lagarde, ha cumplido con la subida anunciada en la anterior reunión de enero. Esto, a pesar la presión del sector financiero estadounidense y europeo que actualmente está sacudiendo a los mercados.

Primera reacción positiva en la bolsa

A pesar de que era una subida de tipos prácticamente telegrafiada desde la anterior reunión, había dudas sobre si finalmente cumplirían con el guión dada la crisis de confianza en la banca. Al final, el BCE ha optado por seguir reduciendo la presión de los precios. Esto lo podemos ver en las nuevas proyecciones macroeconómicas que también han publicado en esta reunión. “Al revisar sus expectativas de inflación al 2,9% para 2024 y al 2,1% para 2025, los economistas del banco central han subrayado que, a pesar de la disminución, el riesgo de desviación de los precios sigue siendo predominante”, interpreta Nicolas Forest, director global de Renta Fija de Candriam.

No era una decisión fácil para Lagarde, quien solo podía elegir entre seguir el rumbo marcado hace meses o reconocer que la crisis bancaria en Europa es más grave de lo pensado. La primera lectura de los mercados están premiando su elección. Desde el lanzamiento del comunicado las bolsas europeas y estadounidenses rebotan con fuerza. Índices como el Ibex-35 español, muy expuesto a la banca, o el FTSE MIB italiano se mueven con subidas del 1,5%. Una explicación que ofrece Forest es que Lagarde confirmó que el BCE está dispuesto a proporcionar todo el apoyo necesario para sostener el sistema financiero europeo, afirmando que es resistente y robusto.

Si se quedará en un rebote inicial o si verdaderamente han logrado apaciguar a los mercados está por ver. "El BCE tendrá que seguir convenciéndose de que puede perseguir sus objetivos de estabilidad financiera y de precios sin conflicto de intereses en un contexto caracterizado por los tipos más altos de los últimos 15 años", afirma Jean-Marc Delfieux, responsable de Equity y Flexible strategies en Tikehau Capital.

División de opiniones entre las gestoras

Pero como es de esperar, entre las gestoras internacionales hay gran división de opiniones sobre la decisión del BCE. Algunos expertos, como Ulrike Kastens, economista de Europa para DWS, se trata de una buena noticia en un contexto de tasas de inflación persistentemente elevadas. Otros, como Anna Stupnytska, macroeconomista global de Fidelity International, lo califican de un posible error político si las subidas van a más.

“Ahora esperamos que las vulnerabilidades del sector bancario que han salido a la superficie tengan un impacto directo en la disposición de los bancos a conceder créditos, lo que llevaría a unas condiciones de financiación aún más restrictivas que, a su vez, afectarían a la economía real potencialmente antes y con más dureza de lo esperado”, argumenta Stupnytska. Por eso, para la experta, nuevas subidas de tipos a partir de ahora constituirían probablemente un error político que, en última instancia, exigiría una rápida corrección del rumbo en los próximos meses. A partir de ahora, vigilará de cerca los CDS bancarios, ya que ahora son el principal indicador del endurecimiento de las condiciones de financiación.

"Una crisis de persistente de confianza en el sector bancario puede obligar a hacer pausa, mientras utiliza su balance para apoyar la liquidez y al sector bancario", reconocen Frederik Ducrozet, director de análisis macroeconómico de Pictet WM y Nadia Ghragi, economista de Pictet WM. Un dato clave va a ser el endurecimiento de los estándares de crédito bancario, así como la transmisión de política monetaria en los préstamos y depósitos.

En una línea similar se mueve Silvia Dall'Angelo, economista senior de Federated Hermes. En su opinión, como mínimo, las recientes tensiones que han afectado al sector bancario dejarán una importante cicatriz. "Ahora está claro que existen varios focos, a menudo ocultos, de vulnerabilidad a la subida de los tipos en los mercados financieros: varios agentes se habían acostumbrado a operar en un entorno de liquidez ultralaxa y ahora tienen dificultades para hacer frente a unos tipos de interés más altos y a una liquidez más restringida", afirma. 

Poca alternativa

Y es que las gestoras piden un BCE prudente con sus mensajes a partir de ahora. “La realidad es que los mercados ya han visto signos de estrés bancario, y cualquiera que haya sufrido los efectos de la crisis financiera mundial no se convencerá fácilmente de que todo va bien por lo que digan los responsables de las políticas, que a menudo son responsables de los extremos de liquidez que causan muchos de estos problemas en primera instancia. Ahora que la pasta de dientes contra el estrés bancario está fuera del tubo, no va a ser tan fácil volver a meterla”, vaticina James Athey, director de Inversiones de abrdn.

No obstante, para Pablo Duarte, analista senior del Instituto de Investigación Flossbach von Storch, el BCE hizo bien en mantener la línea y no reducir el tamaño del aumento que ya había anunciado. “De lo contrario habría enviado una señal de pánico a los mercados y habrían podido desatar turbulencias aún más fuertes”, defiende. Además, con una tasa de inflación interanual de 8,5% y una tasa de inflación subyacente de 5,6% con tendencia al alza, habría dado un paso atrás en el proceso de afianzar su credibilidad. Es la lectura que también da François Raynaud, gestor de fondos Multi-Asset & Overlay en Edmond de Rothschild AM. "El BCE logró esta vez evitar añadir una señal adicional de estrés, manteniendo su camino y no cediendo al pánico del mercado... ¡pero sin visibilidad, la alta volatilidad debería permanecer en los próximos días!".

División de opiniones como también lo hay dentro del propio BCE. “La decisión fue aprobada por una amplia mayoría, mientras que unos pocos sugirieron un enfoque más prudente en esta fase, hasta que no haya más claridad sobre los actuales problemas de estabilidad financiera. Las próximas semanas podrían demostrar que el pequeño grupo de cautelosos deberían haber hecho más hincapié en su punto de vista”, comenta Dave Chappell, gestor senior de Cartera de Renta Fija de Columbia Threadneedle Investments.

La datodependencia sigue reinando

El debate ahora, como bien recuerda Sandra Holdsworth, directora de Rates en Aegon AM, es si hemos visto el último vals del BCE. Si esta será la última subida de tipos de este ciclo monetario. Todo un cambio en el sentimiento teniendo en cuenta que tan solo la semana pasada el mercado descontaba una tasa final del 4%. “Teniendo en cuenta los niveles de volatilidad en el mercado, parece probable que el ritmo de subidas será más lento de lo que se preveía hasta ahora, pese a los robustos datos de inflación”, cree Holdsworth.

En palabras de la propia Lagarde, todo dependerá de los datos. Concretamente, de la inflación. De hecho, como bien remarca Kastens, el banco central se abstuvo de comprometerse sobre la senda futura de los tipos de interés. “En un entorno de gran incertidumbre, esto es comprensible. Sin embargo, sigue siendo cuestionable hasta qué punto el mayor desarrollo de la estabilidad del mercado financiero limita las opciones del BCE. En su opinión, no existe una disyuntiva entre la estabilidad de los precios y la de los mercados financieros. Pero, en última instancia, el banco central debe establecer sus prioridades”, teme el experto. Y si el mandato del BCE es la estabilidad de precios ve probable que el BCE no pueda evitar seguir subiendo los tipos.

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