«La política china de cero tolerancias al COVID ha afectado al mercado de renta variable del país, y los recientes cambios hacia una política local apuntan a la dirección correcta», señala el gestor Steve Watson.
«Tendremos que estar atentos a estos cambios para ver si representan un paso previo a la relajación de la política y a la reapertura de la economía», añade.
El agravamiento de las protestas pone de manifiesto la importancia que ha adquirido este aspecto. El gobierno se enfrenta a decisiones difíciles en este sentido. Las ramificaciones del Congreso del Partido Comunista celebrado el pasado 20 de octubre continúan marcando la agenda de los mercados. Xi Jinping se ha embarcado en su tercer mandato como presidente y ha ascendido a cuatro nuevos miembros al Comité Permanente del Politburó.
Si bien es cierto que puede suscitar cierta preocupación por la ausencia de mecanismos de control, la nueva composición del comité implica un liderazgo más cohesionado al más alto nivel. Durante la celebración del congreso se abordaron cuestiones como la autosuficiencia y la seguridad de las cadenas de suministro, la modernización y la Prosperidad Común. Esta última ha sido objeto de especial atención, ya que se cuestiona la compatibilidad de un plan destinado a equilibrar la distribución de la renta con la innovación y la rentabilidad empresarial.
Desde el punto de vista del mercado, continúa habiendo ciertos factores que favorecen o perjudican a determinados sectores: la cuestión de la «seguridad» en áreas tan diversas como la tecnología, la energía, la alimentación y la defensa recibió una amplia cobertura durante la celebración del Congreso. Por otro lado, es probable que el énfasis en el trabajo ideológico y la promoción de un entorno digital saludable hagan que la confianza de los inversores en las compañías de internet siga siendo volátil. El Congreso también insistió en que el mercado inmobiliario no debe utilizarse con fines especulativos, pero posteriormente las autoridades anunciaron medidas radicales destinadas a rescatar al sector inmobiliario en un entorno de ralentización y reducción de liquidez.
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