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Jueves, 28 de Marzo de 2024

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Cotizaciones

Primeros análisis del IPC estadounidense: hablan las gestoras internacionales

¿Un primer respiro? Los mercados habían comenzado a poner en precio que el pico de la inflación en Estados Unidos se tocó ya en junio. Y parece que han ganado la apuesta.

Primeros análisis del IPC estadounidense: hablan las gestoras internacionales

El IPC interanual de EEUU correspondiente a julio se situó en el 8,5%. No solo cae frente al dato 9,1% de junio, sino que sorprendió para bien ya que el consenso estimaba el 8,7%. Es un indicador que los inversores vigilaban muy de cerca ya que una señal de que la inflación se comienza a calmar podría adelantar un nuevo giro de la Reserva Federal. O al menos que levantase el pie de su política monetaria restrictiva.

Y así lo podemos leer también de la primera reacción del mercado, analiza Oliver Blackbourn, gestor del equipo de Multi-Activos en Janus Henderson. "Los futuros del Nasdaq 100 saltaron tras la publicación ante la perspectiva potencial de una Fed menos agresiva. El aumento de los rendimientos reales, debido al compromiso de la Fed de luchar contra la inflación, ha sido un problema enorme para las valoraciones en 2022, por lo que el mercado de valores considera positiva cualquier moderación, especialmente para las empresas con valoraciones más altas. Sin embargo, la perspectiva potencialmente más moderada socavó un soporte clave para el dólar estadounidense, que se debilitó considerablemente frente al euro", cuenta.

"Una impresión ciertamente no es una tendencia, pero la falta de titulares y, lo que es más importante, el IPC central parece validar los precios del mercado durante las últimas semanas”, interpreta Garrett Melson, estratega de carteras de Natixis Investment Managers Solutions. Si bien el experto remarca que de ninguna manera confirma que hay un pivote en el horizonte a corto plazo, también reconoce es un paso en la dirección correcta.

Un poco de alivio

Así, ha sido un dato mixto. "Las sorpresas positivas abogan por un pico de inflación y por una normalización de los precios en algunos sectores, pero los datos siguieron dependiendo de la volatilidad de los precios de la energía y de una tendencia aún firme en los sectores de servicios y vivienda", resumen desde UBP. Un punto que destaca Melson en su análisis es cómo los bienes y servicios afectados por la pandemia finalmente han caído en territorio deflacionario. Los alquileres se han suavizado secuencialmente, y una amplia gama de otros indicadores, desde los subíndices del PMI hasta las expectativas de inflación y los datos de exceso de inventario, le sugieren que hay más caídas en el horizonte.

“La reacción del mercado es predecible y alentadora: tires a corto plazo más bajas, dólar más débil, valoraciones de las acciones más altas impulsadas por la tecnología… Exactamente lo que esperaría si las probabilidades de aterrizaje suave aumentaran, pero la sostenibilidad de estos movimientos vendrá determinado por la persistencia de estas mejoras", afirma.

La inflación aún no ha muerto

Pero un dato positivo no implica el fin de los problemas. Basta con rascar la superficie. Como bien señala Paolo Zanghieri, economista senior de Generali Investments, los precios de la energía y las materias primas siguen siendo los principales impulsores de la inflación. Es decir, que la relajación de la inflación general del IPC, al tiempo que reduce los temores de movimientos demasiado agresivos por parte de la Fed, no cambia las reglas del juego para la política monetaria. “La desaceleración de la tasa subyacente es una indicación tentativa de que es posible que nos hayamos acercado al pico de inflación, pero los salarios continúan aumentando a un ritmo muy acelerado y pasará tiempo antes de que el enfriamiento de los precios de la vivienda afecte este componente clave de la canasta de consumo”, explica. Así que el descenso a una tasa de inflación razonable llevará meses, prevé.

De hecho, Silvia Dall'Angelo, economista senior de Federated Hermes, ve probable que la inflación subyacente del IPC aumente en los próximos meses, como reflejo de las presiones externas y, sobre todo, internas sobre los precios. “Como sugiere el último informe sobre el empleo, el mercado de trabajo se ha mantenido muy ajustado, lo que ha favorecido el crecimiento de los salarios”, argumenta.

Otro punto que preocupa a Jon Maier, director de Inversiones de Global X, son los precios de los alimentos. En su opinión, son probablemente el principal diferenciador en el futuro. “Y probablemente seguirán siendo una preocupación a medida que ingresemos a los meses más fríos, particularmente en Europa, donde las restricciones de la cadena de suministro se sienten de manera más aguda”, vaticina.

Subida de tipos en septiembre, aún sobre la mesa

Así, el consenso parece ser que la lucha contra la alta inflación dista mucho de haber concluido. En opinión de Nikolaj Schmidt, economista internacional jefe de T. Rowe Price, esta publicación de la inflación reduce un poco la probabilidad de una recesión, ya que le da a la Fed un respiro. "Es decir, no necesitamos el ritmo de código rojo de las últimas subidas de tipos", afirma. Sin embargo, los datos de nóminas de julio hacen exactamente lo contrario. "En general, parece probable que, según los dos conjuntos de datos, el FOMC cambie a un ritmo de aumento de las tasas de interés de 50 puntos básicos, que sigue siendo rápido según las medidas históricas y que probablemente conducirá a un aterrizaje bastante accidentado", matiza.

Y en PIMCO coinciden. A pesar del buen dato del IPC, su escenario base no ha variado. Tiffany Wilding y Allison Boxer, economistas en PIMCO, aún asignan una probabilidad relativamente alta de que suban otros 75 puntos básicos en septiembre. Y es que creen que la Fed seguirá preocupada por la tendencia subyacente en la inflación, que parece haber vuelto a subir. Las medidas básicas de inflación, que son mejores predictores de la inflación futura, se han acelerado, con la profundidad y amplitud de las presiones inflacionarias en todos los elementos en la canasta de precios al consumidor han acelerado.

El problema: el crecimiento de salarios

Más preocupante, la dinámica de la inflación salarial no es muy diferente. “La inflación salarial también se ha ampliado desde los sectores de servicios de bajos salarios y poca calificación a una variedad de industrias, ocupaciones y niveles de calificación”, subrayan las expertas de PIMCO. Es el punto que también resalta Mike Bell, estratega de mercados globales de J.P. Morgan AM.

Con la medida de crecimiento salarial de la Fed de Atlanta ahora en el 6,7%, ve poco probable que la inflación subyacente vuelva a acercarse al objetivo hasta que las presiones salariales se moderen significativamente. “Con el desempleo en el nivel más bajo en más de 50 años y los trabajadores exigiendo aumentos salariales para tratar de mantenerse al día con la inflación, es difícil ver que el crecimiento de los salarios se modere lo suficiente como para que la inflación regrese a la meta sin antes ver un aumento en el desempleo”, prevé.

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