¿Es el euro un proyecto socialdemócrata? Si es así, no debería ser extraño que uno acabe por preguntarse sobre el futuro de la moneda común viendo las actuales circunstancias por las que atraviesa la socialdemocracia europea (en clara fase de desintegración en muchos países, colapsando a lo supernova, o a modo de estruendo bíblico, como hemos visto Holanda). Ciertamente, una dinámica de una fealdad desorbitada.

Dejen que les diga, para su tranquilidad, que el euro no es en esencia un proyecto socialdemócrata y por lo tanto, no deben establecerse paralelismos entre los destinos de ambos conceptos. Cierto es que el euro nace como ese paso necesario para empujar ese otro proyecto antediluviano, que nace ya en los años 50 en los albores de la cooperación (CECA, Tratado de Roma, CEE, etc.). Digo lo de “empujar” porque dicho proyecto original sufre una suerte de parálisis entre los años 70 y 90. Pues bien; como todo proyecto político de envergadura, el gran proyecto europeo también tuvo sus padres fundadores y, habiendo leído con profusión, y durante largo tiempo, sobre la mayoría de ellos, puedo afirmar que ni el euro, ni lo que representa, tuvo un origen socialdemócrata.

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Alex Fusté
Economista Jefe de Andbank