La economía mexicana está experimentando una dinámica muy complicada e
insatisfactoria. Al deterioro de su situación fiscal y el alza de la inflación,
debemos sumar ahora un endurecimiento monetario (subidas agresivas de tipos)
por parte del banco central para evitar el colapso de su divisa, lo que sin duda va
a pronunciar aún más la desaceleración del crecimiento del PIB (que cerró 2016
sobre el 2,1%, pero prevemos una caída en el ritmo hasta un pobre 1% para este
año)
Sin duda, del grado de cumplimiento de las promesas electorales del nuevo presidente de los Estados Unidos, referentes a las posibles restricciones comerciales a México, dependerá parte del futuro de la economía y, sobre todo, de la divisa mexicana.
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Alex Fusté
Economista Jefe de Andbank