Esta semana el BCE ha dejado claro que va a reducir las compras de deuda, siguiendo con ello la estela de la FED y ambos apoyándose en la recuperación económica, tras el levantamiento de las restricciones de la pandemia.

El BCE también ha revisado al alza el crecimiento para la Zona Euro este año y ha reiterado que la inflación tan alta será coyuntural. Por tanto parece que los cambios en la política monetaria, ni en la Zona Euro ni en EEUU serán una amenaza, al menos aparentemente, para las economías y los mercados.

Algunos informes y estudios que se están publicando, consideran que las amenazas para la economía global están en la subida de las materias primas, la parálisis del transporte marítimo y la escasez de semiconductores.

Las navieras y los semiconductores son de los grandes ganadores, ante la escasez global que existe de ambos.

La pandemia ha tenido efectos en el comercio mundial, afectando al transporte marítimo y generando efectos en cascada en puertos y nudos ferroviarios. Mover mercancías de un continente a otro se ha encarecido y ralentizado, lo que está provocando desabastecimientos.

La guerra comercial entre EEUU y China, que tuvo su punto álgido en 2018, tampoco ayuda. Las tormentas y catástrofes naturales vividas últimamente, así como las subidas de los precios, preocupan a los analistas geopolíticos de que si se mantienen en el tiempo, se traduzcan el revueltas sociales.

En los mercados financieros por el momento prima el optimismo, apoyado en la ingentes cantidades de dinero que existen, pero esto tiene fecha de caducidad. De ahí que a medida que vayan pasando los meses, nos encontraremos con mayores retos para el conjunto de las economías mundiales, que tendrán su reflejo por anticipado en los mercados financieros.

Todo ello obliga a los gestores y a los inversores a seguir la evolución de los acontecimientos, e ir trasladándolo a la gestión de las carteras, para el periodo de transición en el que nos adentramos, con la vuelta a las políticas monetarias tradicionales de los bancos centrales, y unas economías que tendrás que reparar los daños y secuelas causados por la pandemia.

María Jesús Soto
Directora El Inversor Inquieto