Semana agitada en lo político y con avances en relación a las vacunas.

Inmersos en el pico de la segunda ola por Covid-19, hay días en los que, afortunadamente, parece que nos olvidamos de ello y conseguimos que nuestras conversaciones dejen de girar alrededor de las mascarillas, la ventilación de las salas de trabajo o los aerosoles (una de las palabras que hemos incorporado a nuestro día a día, aunque con significado diferente al que conocíamos).

Cierto es que, a veces, los temas nos devuelven a la realidad política, que tantas hojas de periódico llena y nos cabrea a todos por igual, seamos del Madrid o del Barca (o de cualquier otro), por llevarlo al mundo futbolístico.

No debemos olvidar que estamos inmersos en la segunda ola de la pandemia, algo que para una gran cantidad de empresas va a ser un duro golpe. Principalmente porque no se habían recuperado de la primera y la situación puede derivar en sucesivas quiebras para el 2021. Sin duda, serán buenas noticias todo tipo de medidas flexibilizadoras que permitan apoyar a todas aquellas que lo necesiten, sobre todo, porque el cuarto trimestre puede ser a medio gas.

Los presupuestos (otro de los temas de la semana) ya están desfasados, y así lo han hecho saber el Banco de España, el FMI o la AIReF. Si esperamos una recuperación más débil en 2021, nos llevará a una menor recaudación de la proyectada (mayor déficit) y un aumento de la presión sobre familias, ahorradores e inversores, afectará negativamente al consumo, inversión y/o creación de empleo. Aparcar las subidas un año más y racionalizar una serie de partidas puede ser una alternativa a tener en cuenta como algunos apuntan.

Por si no fuera poco en el ruedo político, la ley de educación trae, una vez más, el conflicto. En primer lugar, el trámite por vía de urgencia aprovechando el momento excepcional unido a no haber consultado con la comunidad educativa, padres y alumnos, originará oposición, sin duda alguna. Eso, sin entrar a valorar los distintos aspectos de la misma.

No es, solamente, cuestión de esta ley o de los partidos que la han apoyado. Las distintas leyes en este ámbito han sido una revancha para con la anterior, sea del partido que sea, olvidándose completamente de las familias y de la educación que se les va a dar a los niños y niñas. Sin duda, un despropósito. Aunque acabe siendo habitual, no por ello nos acabaremos acostumbrando.

Los mercados nos dejan mejores sensaciones, con unas bolsas más tranquilas, consolidándose en los niveles alcanzados y con el apoyo de fondo de la efectividad de las vacunas. Además, una vez despejadas las incertidumbres sobre la presidencia americana, el planteamiento de inversión puede estar más claro para los gestores.

Por tanto, a pesar de los despropósitos políticos que no cesan, los mercados nos dan un respiro a falta de unas pocas semanas para acabar el año. Puede ser momento de realizar ajustes fiscales y estrategias de inversión para el año próximo. ¡Mucho ánimo!